Monday, March 31, 2008

Hoy, lo pude ver
Murio este amor
Lo vi en tus ojos
Llego su fin
Sin enterarnos
se termino

Hoy vi la verdad
Quieres creer que no te importa
Pero mentir no hace falta
Solo el dolor sana el alma



Olvidamos que amarse
Era un acto de fe
Olvidamos que amarnos
Era un pacto con Dios

Nuestro amor se esta yendo en pedazos
Se esfuma, se pierde su voz
Nuestro amor se esta yendo al azul de los cielos
Donde nacio
En los manos de Dios

Tu dices que tu
Crees que tu
Dijiste todo esto fue todo
Y asi debe acabar

Y dimos tanto
Suficiente no fue
Nos agotamos
Nos rendimos, lo se

Nuestro amor se esta yendo en pedazos
Se esfuma, se pierde su voz
Nuestro amor se esta yendo al azul de los cielos
Donde nacio
En los manos de Dios
los manos de Dios

Y no disfrutamos
Amarnos a diario
Fingiendo ser fuertes
Nos equivocamos

Nuestro amor se esta yendo en pedazos
Se esfuma, se pierde su voz
Nuestro amor se esta yendo al azul de los cielos
No fue un error
Esta en manos de Dios
en los manos de Dios

No perduro
Es historia de ayer
Y no lo entendimos
Lo que tuvimos
Como lo extraño
Lo que tuvimos
Como lo extraño
Lo que tuvimos

Thursday, March 27, 2008

Abriendo la válvula

Desde diciembre del año pasado que venía haciendo un esfuerzo titánico por sujetar el mundo. Vivía bajo la ilusión de estar peleando por lo que mas quería, cuando de verdad no estaba mas que aguantando a ver si las cosas decantaban en mi favor.

Pues bien, este 2008 no ha empezado de la mejor manera y se ha encargado de remecerme los cimientos de tal forma que ha botado buena parte de las hojas y mugre que había sobre el tejado, obligándome a limpiar el polvo y la mugre con la que acarreaba hace rato.

No fue fácil tener que lidiar con la enfermedad de mi papá, ex bastión familiar, y tener que tomar una serie de decisiones fáciles que implicaban mas que nada ser grande y empezar a tomar el timón. La dinámica familiar cambió definitivamente por lo que la adaptación se ha hecho compleja en mi casa, en medio de estas aguas turbulentas. Sus casi dos semanas en la clínica fueron larguísimas entre la falta de diagnóstico y el repetir el cuento mil veces a quienes lo visitaban.

Aún mas, cuando necesité el apoyo de quien mas quería, me dio el lado: no la espalda ni el frente, sino, democratacristianamente, el lado. Cuando necesité hacer un pequeño retiro de todo el cariño y apoyo que había depositado, bien chilenamente, ella me tramitó con burocracias y llamados telefónicos que no cumplían a cabalidad. Mas colaboró con la amargura y la desconfianza que con el apoyo. Debí haber sospechado en ese minuto…

Ya saliendo de esa primera, entramos en el funeral del Nico. En el primer fin de semana de verano que pude salir de Stgo., al volver, me topé con mi mamá en la puerta, un domingo a las 11 de la noche, pálida. Lo primero que pensé fue en una recaída de mi viejo. Pero no, un tío había sido atropellado por un primo en una lancha, resultado este accidente en la muerte del primero. Tenía menos de 40 años y 4 hijos. El funeral fue impresionante. Cuando llegué sentí felicidad por toda la gente que lo quiso y una cierta envidia. Me pregunté si para mi funeral iría al menos la mitad de esa gente.

Mi mamá como es muy querida abrazaba y abrazaba gente y yo la seguía detrás. Hube de recogerla con pala después de todo eso, pues estaba agotada en su pena. Sin embargo, lo peor estaba por venir.

Después de estos dos meses de dolor y amargura, de remar contra la corrientey aperrar en los rápidos de grandes olas, esperaba aguas mas calmas para recuperar las energías y seguir remando. Lo que menos me esperaba era este iceberg.

Tenía dos semanas de vacaciones y solo tuve una. Porque al empezar la segunda supe de Petey. Supe de él mientras leía el correo que me habías mandado diciéndome todo lo que me echabas de menos. Te imaginas?

Me da tanta pena que no puedo ni seguir escribiendo. Me duele tanto que no se como presentar ese desagarro. Nunca se me va a olvidar cuando me dijiste en tu cama: “prefiero que me pegues a que me mientas”. Claro, asumí que corría para los dos lados. Nunca se me va a olvidar lo que pasó el día antes que te fueras ni lo que me dijiste. Y todavía no logro dejar de sentir ese asco por lo que me hiciste.

Tu defensa fue tan patética como mala: “técnicamente no constituye postura de gorro”. ¿Técnicamente? ¿la dura? Me crucificaste cuando yo te dije la verdad del tema de la Izu. Y me sentí mal, pésimo. Sentí que no tenía perdón de Dios y te lo dije sin que sospecharas. Te lo dije por apego a la verdad.

Viniste a mi oficina y me montaste un show de lágrimas de verdad. Fue la última vez que me dijiste la verdad. Lloraste como una magdalena y luego no sentiste nada. Por último me debiste haber dado las gracias.

You told me once that relationships where based on truth and trust, didn’t you little hypocrite liar? You know as well that this isn’t written in English only by chance, don’t you?

Espero que lo leas, te sientas pésimo y te arda el corazón. Te sientas tan mal que aprendas y no vuelvas a hacer eso nunca más, porque ciertamente no te gustó que te lo hicieran. O acaso no te acuerdas las canciones que me posteaste en este mismo blog? Están mas abajo si las quieres revisar… En un post que se llama “No tengo (...) perdón de Dios”.

La suma y la resta te la dejo a ti. Solo quiero dejar salir una gotita de ironía: lo que te paso y te pasa no te exculpa de nada, monedita de oro...

Thursday, March 20, 2008

La desilución

Tengo hoy tanta pena. Tanta desilusión. Cuando te mienten, cuando te dinamitan los cimientos de la confianza en la que basaste todo es terrible. Mas allá de la sensación de debilidad con la que quedas para enfrentar otras relaciones, te queda una sensación de asco; un asco incomprensible con las personas.

La pena que siento es un humo negro, como de un plástico quemado. Es tóxico pues corroe por dentro lo que respiro y lo que pienso. No me deja ver en su oscuridad lo que tengo que hacer y su densidad a veces me atrapa en los movimientos. Cual bombardeo, paranoicamente soy impulsado al borde de la psicosis con elucubraciones y planes que rellenan hojas y hojas de conciencia, llegando a nada.

La desilusión es terrible, genera un vacío tremendo. No se si el odio se da en concomitancia o alternancia, pero la sensación de hastío pareciera incrementarse exponencialmente cada vez que siquiera rozo tu recuerdo.

La culpa es un invento muy poco generoso como dice Calamaro. Especialmente para estos momentos, donde la esperanza no es mas que un nombre.

Tengo una pena que me quita las fuerzas, que no me deja ni dormir ni descansar. El insomnio me tortura con sus despertares precoces y las horas en la cama hasta que suene el despertador son latigazos.

Tengo tantas ganas de perdonarte, pero es imposible. No porque no quiera, sino porque no sabes siquiera lo que has hecho. Has roto lo que mas te costó crear, caprichosamente, solo porque no sabes lo que vale. Te has equivocado sospechando tu error, pero sin valorizarlo correctamente. Y cuando lo notes, no sabrás pedir perdón, no lo harás y lo lamentarás. Has aprendido bien, no te culpo, es lo que viste siempre.

Tu falsa ingenuidad amarrada a tu pelo rubio ya no me engañan. No soy más victima de tu histeria de manual, ni de tus ojitos preciosos mirando al cielo. Solo podría ser victima de una mujer rescilente con tu nombre.

No siento culpa, siento pena, desilusión por lo que puedes ser y no serás. No soy tu Mesías ni el dueño de la verdad, mucho menos quien te va a extender una mano ahora, pero me da mucha tristeza ver como se ahoga una mujer tan linda de corazón en las fauces de malezas de mentiras, desaciertos y mas mentiras aprendidas.

Y si lees esto, no entenderás.

Friday, March 14, 2008

No te quiero

No te quiero ver mas. No quiero oír de ti. Quiero que lo pases mal, tal como siento el humo en la garganta cuando despierto. Quiero que lo que mires te suene a mis ojos o a mi olor.

Quiero que lo pases mal y ni enterarme de ello. Que ni siquiera se me pase por la mente lo que te pasa. Quiero que sepas lo que hago y que ello no te agrade. Quiero, sin saberlo, ser un desagrado para ti. Porque eso es lo que has sido sin saberlo.

Quiero olvidar los mejores momentos que vivimos arrancando de Santiago o en mi oficina. Quiero ya no quererte tanto. Quiero que tu recuerdo sea voluntario y no una obligación tras mis ojos…

Te quiero amar tanto.

Quiero creer que ya no me importas y que ya no te quiero. Quiero despertar y saber que este lastre se queda en mi cama cuando me levanto; que por arte de magia junto con la luna te vayas, como un barquito por el río. Y que corra agua bajo los puentes, hasta que las olas del mar desmenucen ese barco. Que no seas mas que un recuerdo. Un lindo recuerdo amargo de lo que pudimos ser y tu no te atreviste

Wednesday, March 12, 2008

Adiós

No escribo para que leas. Escribo para recordar.
No recordarte, sino para aprender y no olvidar.
No leerás esto, ni te lo mereces. Aunque no es tu culpa, no te lo mereces.

No tienes derecho a despertarte hoy y no pensar en mi. No tienes derecho a, somnolienta, desenmarañarte de las sábanas que te acogen aun cálidas y pensar obnubilada en lo que tienes que hacer. Tratar de ver entre tu pelo rubio mientras sientes ese gusto amargo en la boca solo es producto de tus sueños. No tienes derecho a tomar desayuno riendo con la Feli mientras ella termina de hacer el almuerzo. No tienes derecho a ducharte por media hora pensando en lo que podrías hacer, a la vez que te hechas cinco productos diferentes en el pelo. Luego te vestirás lentamente, como todo, y probablemente seguirás viviendo en la fantasía de que la vorágine con la que vives es mayor que la de todos. Pues no. No. Mirarás el teléfono con miles de llamadas perdidas, las que soberbiamente desecharás. Pues bien. Ya son las 2 de la tarde y no has hecho nada.

No tienes derecho a sinceramente no sentir culpa por incorporarme al baúl de los recuerdos. Hoy no tienes derecho a pensar que no sentirás nada cuando te des cuenta de lo que te perdiste.

Te quito ese derecho. Te lo extirpo porque te lo di. Hoy Cote, una vez mas, te tiro de cabeza por última vez del pedestal donde te tenía para tener ese vértigo al verte caer. Y mas aún, antes de tocar el suelo, con ojos abiertos y respiración contenida, arrepentirme de haberte botado. Más, luego de destrozada por el suelo, me daré cuenta de nuevo de que eras una imagen vacía y egoísta. Vacía y egoísta. Y ya no existirás.

No tengo la culpa de sentir lo que siento; sentir lo que yo no voy a volver a sentir.

Me habías pedido cosas, pero nunca algo tan difícil. Te vas a equivocar, te vas a caer, te va a doler y luego vas a querer que te acoja. “Vas a tener que dejar que me equivoque” me dijiste, mientras sabía que lo tendría que hacer de nuevo. Y cuando abras los ojos, no por venganza sino por orgullo, encontrarás eco en ese vacío donde un día te contuve. Y entonces te preguntarás que fue lo que hiciste mal. Y recordarás, como en papiros desteñidos por la historia lo que te dije. Tu corazón latirá agitado por unos segundos mientras tu encéfalo te saturará de imágenes y luego, reirás. Reirás pensando en lo bien que lo pasamos, melancólicamente. Y quizá te preguntarás que hubiese pasado si hubieses sido menos cobarde.

Tratas siempre de desligarte de la culpa y pones afuera todo lo que te pasa. Te excusas de crecer y hacerte responsable de ti misma. Pero estás obligada. Podrás cursar la vida cabizbaja y tratando de no levantar mucho polvo para que nadie note como te equivocas, o podrás ser orgullosa y cojonuda para salir de esta. Porque todos pasamos por ahí y no serás la última.

Te quiero y lo sabes. Tienes miedo y lo sabes también, no te excuses mas. No te voy a dejar mas puertas abiertas, voy a seguir. Voy a crecer y seguir siendo lo que temes tu ser.

No tienes ni la capacidad ni la condición de dominar sobre mi vida. Ese hedonismo sin origen que te guía está haciendo crisis y no encuentras horizontes ni norte. ¿Quien eres tu entonces para decirme que hacer y que no? ¿Quién eres tu? Esa persona de la que me enamoré y por la que aposté mi vida murió frente a mis ojos en esta oficina, ya no habita en tu cuerpo ni da vuelta la cabeza cuando dicen Cote.