Tuesday, December 11, 2007

Tough

En el partido por el tercer y cuarto lugar del pasado mundial de Rugby, con el partido definido, Leguizamón de Argentina le pegó un hombrazo descalificador a Chaval, el cavernícola francés. En las imágenes era impresionante ver el choque de estos colosos de 120 kgs. Chaval, se encontró con este golpe inesperadamente, sin la pelota. Era espectacular ver como se desplomaba por el aire. Salía despedido deformado por el golpe unos tres metros hacia atrás; como en las películas.

Ojalá no hubiese esperanza. La esperanza es lo que me mata, el aferrarse a ese teléfono y esperar que suene. Sentarte mirándolo, traspasándolo con la vista, sin mirar nada. Vista fija en la nada. Golpeado, volando hacia atrás, no adolorido por el golpe, sino por el impacto. Cuando no te lo esperas es cuando mas lo sientes.

Y como dice Gustavo: pones canciones tristes para sentirte mejor. Ojalá fuese un dolor punzante que me atravesara por unos días y luego se fuese. Pero no, es este aire denso que no deja respirar que se aposenta lentamente aletargando. Rogando por luces de colores o por una sobredosis de cualquier remedio con la estrellita verde.

Y a pesar del pataleo, heme aquí. De nuevo. En este túnel negro y tibio. No quiero mas esperanza, ya quiero empezar a caminar de una buena vez, pasarlo mal y así quizás salir alguna vez de donde realmente no tengo ganas de salir.