Canso y Descanso

Hace poco se fue una gran amiga mía a vivir a USA. Al mismo tiempo, un gran amigo celebró su cumpleaños con casi un mes de anticipación porque también se iba a USA a ver a su mellizo… El tema es que, mas que las despedidas, me he venido dando cuenta que soy, terriblemente, un amigo mercantilista: de alguna forma siento que he usado a gente en momentos y luego es como que la desechara.

Si bien tengo el “consuelo” de que nunca ha sido a propósito, ni tampoco de una forma consciente, se mantiene en mi ese gusto amargo por hacer las cosas en forma deficiente. Evidentemente, si las cosas hubiesen cursado de otra forma, todo andaría diferente. La vida te va juntando y separando de la gente, pero no creo que a todos les de la sensación de ser mala persona por no poder estar con los que quieres cuando quieres.

Soy un ser inevitablemente intenso y a eso también le atribuyo responsabilidad. Es decir, cuando las cosas dejan de ser intensas, frías o hirviendo, me motivan menos. Busco las alegrías o las tristezas, pero detesto la tibiedad, me aburre de sobremanera.

Desde hace poco tiempo estoy durmiendo menos, viviendo mas mejores horas, sin embargo, aun así, no soy capaz de lograr hacer todas las cosas que me gustaría. No logro estar ni saber lo suficiente o lo que me gustaría de uds.; no estoy en mi casa lo que me gustaría, ni tampoco con la Cote y a mis amigos los veo menos también. ¡Que frustrante es sentirte chico e imperfecto! Que a pesar de que des todo no alcances a poder estar con todos cuando ellos lo quieren. En el fondo, me carga no poder arreglarle el mundo a quienes quiero, y, peor aun, no logro ni siquiera estar con ellos cuando quiero.